Si pensamos en radio deportiva, debemos cerrar los
ojos y oír ese tono de voz tan característico de Matías Prats Cañete, padre del
actual presentador. Matías fue el locutor radio por excelencia. En los años 50
él mismo se encargaba de ir a los estadios de fútbol a narrar los encuentros
para que toda España pudiese oírlos.
Se han retransmitido partidos de Liga aquí en
España, pero es que, se ha hecho de la misma manera cuando el propio periodista
seguía a la Selección Española a cualquier país o continente.
Ahora, todo ha cambiado. Las radios mueven a muchas
masas sociales. Existen varias cadenas de radio Cope, Ser, Onda Cero,
muchísimas. Y cada una con un número de periodistas excelente. Para
retransmitir un partido de fútbol, no se envía a un solo periodista como se
hiciese en aquella época con Matías Prats, ahora, van más de 10 periodistas.
Se envían locutores, son los encargados de narrar el
transcurso del partido mientra los futbolistas están en el césped. Técnicos de
sonido que son los encargados de comprobar que todo lo que hablan sea efectivo,
periodistas a pie de campo para recoger toda la información, otros para las
zonas mixtas e incluso otros en los aledaños del estadio.Con esto, se ve reflejado perfectamente la evolución
que han tenido los medios de comunicación, y más ahora, dónde el sonido de la
radio es de los medios más escuchados en la actualidad.
Hace un año, a los medios de comunicación de radio
se les cobraba una entrada de 98 euros para poder retransmitir un partido. Algo
alucinante. La Liga de Fútbol Profesional vio conveniente hacer que las cadenas
de radio pagasen dinero por retransmitir. La idea era cobrarle un dinero a las
radios por ‘Derechos de Imagen’, unos derechos que evidentemente pagan las
televisiones, ya que, el espectador lo ve a través de una imagen. Ya sea en
directo o un posterior resumen.
El caso, es que las radios se negaron a entrar a los
campos, y hubo muchos casos en el que el periodista hizo como Matías
Prats, compraba una entrada normal,
accedía a la grada del estadio y desde allí conectaba con la central a través
de llamada telefónica. Un dineral para todas las radios.
Después de muchos problemas, la LFP tuvo que comerse
sus palabras y dejar entrar a las radios a los estadios, nada más y nada menos
porque ellos aunque retransmitiesen los partidos no deberían pagar derechos de
autor. La solución que se le puso al tema de la radio en el fútbol fue, que las
radios podían entrar en los campos de fútbol por decreto. El Gobierno preserva
el derecho a la información y acabó con el bloqueo que había instaurado la Liga
de fútbol profesional. Tras el dictamen del Gobierno, las radios llevaron a la
Liga ante los tribunales donde salieron victoriosas.
En estos momentos, las radios tienen acceso libre al
estadio y pueden informar a todos los oyentes desde cualquier lugar del mundo.
Un paraíso para aquellos que disfrutamos del deporte rey desde nuestra
particular radio, en la del coche o en cualquier lado, pero que a través del
sonido y del ambiente del estadio nos hace estar más cerca del partido.
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